21 marzo, 2011

¡Llega el otoño de la mano de la poesía!

En la casa silenciosa

el viento pensando está

cosas que por ser de viento

el viento se llevará,

mientras un grillo olvidado

en la inmensa oscuridad

añade al mar del silencio

su gota de soledad.

Viento de otoño,

¿qué pensarás?

En las viejas galerías el viento diciendo está

cosas que sólo comprenden

el viento, la oscuridad

y alguna estrella perdida

que, desde la inmensidad,

oye lo que dice el viento

sin saber qué contestar.

Viento de otoño,

¿qué me dirás?

En las ventanas vacías

el viento escribiendo está

cosas que la dulce mano de la lluvia borrará,

y cuyo vago recuerdo

confundido rodará

con la emoción de las hojas que el viento empujando va.

Viento de otoño,

¿qué escribirás?

En los umbrales desiertos

el viento llorando está

cosas que con él se fueron

para no volver jamás;

pero el corazón, que espera

sin cansarse de esperar,

oye pasos que se acercan

en los pasos que se van.

Viento de otoño,

¿qué llorarás?

Francisco Luis Bernárdez